jueves, 30 de mayo de 2013

LECCIÓN DE BOTÁNICA PARA MEDIADORES?


Y porque no¡¡¡ … siempre he dicho en mis conferencias que debemos aprender mas allá de lo que nos enseñan y hoy quisiera compartir con vosotros estos pensamientos:

Un árbol contiene las siguientes partes: Raíz, tallo, hojas, ramas, flores y frutos. Al igual que un conflicto a mediar

La RAIZ es la parte del árbol que queda bajo tierra. Su función principal es la de sujetar el árbol y absorber el agua y los minerales del suelo. La mayoría de los árboles tienen una raíz principal de la que se surgen las raíces secundarias.
Cuando hablamos de “atajar el problema de raíz” nos referimos a esto. A que si no somos capaces de “bucear” en el origen, en la raíz que se encuentra adherida a los sentimientos encontrados, aferrados en el tiempo, que se han ido “sujetando” a la tierra, sin dejar ver mas allá (ni tan si quiera la luz), dificilomente seriamos capaces de poder hacerles ver que es posible la solución y el acuerdo

Dicen los expertos que algunos árboles tienen raíces especiales que se producen con una finalidad diferente que pueden nacer a partir del tronco, las ramas o las hojas. Este es el caso de las raíces aéreas de los ficus buscan el suelo para fijarse y sujetar bien al árbol.  Me gusta pensar en esta similitud en mediación… muchas personas sus raíces han  sido producidas ya desde el inicio en alguna situación de desestructura que muchas veces refleja el comportamiento con el paso de los años

Otras veces, las raíces de ciertos árboles construyen una serie de contrafuertes que amplían la base del tronco para ofrecerle un mayor apoyo. Este tipo de raíces es bastante típico en muchos árboles tropicales. Para mi…. Mediador en ejercicio…. La familia.

Por otro lado está El TALLO Es la estructura del árbol que separa las raíces de la copa, donde se sitúan las ramas y las hojas. En el caso del árbol lo llamamos  tronco. La función del tronco es la de separar las hojas de las raíces y trasportar la savia bruta desde el suelo hacia las hojas y la savia elaborada mediante el proceso de la fotosíntesis. Los troncos, a diferencia de los tallos de las hierbas  contienen un tejido llamado vulgarmente madera. El tallo o tronco de los árboles crece todos los años.

Es tu forma de ser, tus valores, tus principios…. A los que no te pediremos nunca que renuncies cuando acudas a mediación, pero que DEBEN SER COMPARTIDOS PARA QUE PUEDAN SER COMPRENDIDOS Y RESPETADOS

El tallo esta formado por dos tipos diferentes de tejidos: el   que forma la corteza y el que forma la madera . Estos dos tipos de tejidos forman una serie de tejidos conductores   encargado de transportar la savia bruta - agua y minerales- hacia las hojas.

Sobre esta “corteza” es sobre la que trabajaremos en una negociación, como artesanos que somos, una madera “única” en cada caso, que hará del mismo siempre algo especial y distinto. No hay una idéntica madera nunca

¿Y Las HOJAS? Son una de las partes más importantes de los árboles puesto que están encargadas de realizar la fotosíntesis así como la respiración la vegetal. Algunos árboles mantienen las hojas sobre el árbol durante todo el año. Estas se van renovando poco a poco.( árboles de hoja perenne). Otros árboles dejan caer todas las hojas durante una época del año y la copa permanece desnuda ( Árboles de hoja caduca).

Intereses…. Necesidades…. Posiciones, una peremnes, otras caducas, pero siempre intentando dejar ver lo que las partes muestran en un conflicto. Las “hojas” de nuestra vida son las que deseamos mantener o intercambiar; dar o recibir.

Tambien tendríamos Las RAMAS. Son los tallos secundarios que se originan a partir de las yemas. El desarrollo de las yemas produce brotes con hojas cuyo crecimiento total dará lugar a una rama. Según como se produce el crecimiento de las ramas hablamos de ramificación. A mayor “madurez” mas ramas. Todo pueden ser oportunidades. No debemos desechar ninguna, porque a “cualquier rama nos podremos agarrar” para acercar posturas y nunca sabremos de donde puede brotar.

Y Por último…Las FLORES biologicamente son los órganos sexuales de los árboles. No todo árbol da flores o frutos… no toda negociación en mediación llega a un ACUERDO, pero bien es cierto que como todo árbol… aun sin flores, su belleza esta en su simple existencia. Los mediadores somos gestores y como tal aun sin acuerdo, la “belleza” de la gestión está en haber recorrido el camino del dialogo aun cuando no exista al final del mismo “la flor”.

Excepto en algunos casos muy particulares, para que un árbol produzca frutos las flores de este árbol necesitan ser polinizadas . Tiene que haber voluntad…. ACTITUD. Porque sin ella no existe el FRUTO.


Gracias amigos por haber querido compartir conmigo una pequeña “lección de botánica en mediación”. Un abrazo. Javier Alés “botánico” de las relaciones humanas.

viernes, 17 de mayo de 2013

LAS PREGUNTAS ANTE LA MEDIACION

Amigos y amigas, hoy dia de reflexión de reuniones de equipo, de supervisiones... comentamos la importancia de "hacer trajes a medida", de poder ayudar a las personas ante sus preguntas y sus inquietudes y acabo de recibir de alumnos y alumnas del Grado en Trabajo Social de la Universidad Pablo de Olavide una serie de preguntas que se cuestionan ante la conferencia que les daré la semana que viene y he pensado dejaros en este blog, LAS PREGUNTAS ABIERTAS.... SINCERAS.... SIN RESPONDER, porque es un error que los profesores siempre queramos dar las soluciones, siempre queramos atraves de nuestro conocimiento... cerrar esas dudas. Y de verdad no hay nada mas maravilloso que LA DUDA. siempre te hace crecer, siempre te hace estar despierto. 
Por eso hoy... amigo lector, SOLO TE DEJO DUDAS... 
1.¿Cuál es el papel fundamentan de un mediador? 
2.¿Cualquier persona aunque se forme...puede ser mediador? 
3.¿Te afecta a lo personal ser mediador? 
4.Como crear un buen contexto para la mediación. 
5.Como saber identificar los conflictos no expresados. 
6.Actualmente esta práctica de la mediación está en auge, como podemos distinguir nuestros métodos aprendidos a los que nos exige la mediación? 
7.¿Cómo podemos hacer para que tomen conciencia y se pueda mediar con ellas? 
8¿En una mediación que puede tener más importancia, una buena técnica o la intuición? ¿Tienen que ir de la mano? ¿La más fuerte puede compensar a la más débil? 
9.¿Cree que las personas cuando aceptan una mediación están totalmente convencidos de lo que hacen? ¿Piensa que realmente las personas creen en la mediación como una solución, que confían en ella? 
 10.... La nº 10 te la dejo a ti amigo lector de este blog... atrévete a ponerla, como han hecho los alumnos... pero no la contestes....generemos la duda, vivamos con ella.

martes, 14 de mayo de 2013

LA ENTREVISTA

"Un minuto hablando puede resolver toda una vida" 

 Un mediador es un analista, un animador, un diplomático, un monitor, un instructor, un "asistente al parto", un mago y un fotógrafo de la realidad capaz de facilitar que la justicia emerja en cualquier conflicto, desde un desahucio hasta un despido o un divorcio, indica este experto de la Universidad Pablo de Olavide Profesor de Derecho Administrativo de la Universidad Pablo de Olavide y director de los títulos de Máster y Especialista en Mediación Familiar, Educativa y Comunitaria de esta misma universidad, Javier Alés Sioli es una apasionado de la mediación, en la que trabaja desde 1996. 
Afirma que este método de trabajo genera una actitud positiva en las partes para resolver conflictos de diversos tipos. Además, es asesor del Foro Mundial de la Mediación, director de la Escuela Sevillana de Mediación, presidente de la Asociación Andaluza de Mediación Familiar AMEFA, director en España de la Fundación CERECO Embajada de Paz Argentina y miembro fundador de la Conferencia Española de Universidades por la Mediación. 
 -¿Qué es la mediación? -La mediación es un método de trabajo, una actitud en la gestión de los conflictos, mediante el que expertos ayudan a las personas que están enfrentadas por algún motivo a que puedan encontrar sus propias soluciones. 
 -¿Cuál es la labor del mediador? -Cuando se habla mucho de mediación pocas personas saben lo que significa, y sobre todo, la dificultad que supone ser mediador. Nuestra misión es conseguir que personas que perdieron la comunicación y que no están dispuestas a dar su brazo a torcer, sean capaces de reconocerse, de legitimarse y sobre todo de entender que sin necesidad de renunciar a sus valores o principios, sean capaces de llegar a acuerdos justos, estables y duraderos. Me gusta mucho comparar mi labor con otras profesiones. 
 -¿Cuál debe ser la formación de un mediador? El mediador tiene una formación previa universitaria. En ese sentido, personas de áreas psico-socio-jurídicas están llamados a ser protagonistas en esta profesión y, en función de sus conocimientos, tendrían que fomentar su formación en distintas áreas, sobre todo comunicación verbal y no verbal, técnicas de negociación, ética y deontología, habilidades, o creatividad. 
-¿Cuáles deben ser sus cualidades? -Necesitamos moderar las exigencias de las partes: ser moderador. Comprobar la receptividad a la mediación y analizarla: ser analistas. Reducir la hostilidad entre las partes: ser pacificador. Ofrecer sumarios de opiniones y matizar los avances: ser recopilador. Traducir los diferentes enunciados de las partes en la negociación: ser traductor. Alentar y ayudar a las partes a llegar a un acuerdo: ser animador. Saber conducir correctamente la disputa: ser diplomático. Neutralizar los aspectos negativos de la negociación: ser cable de tierra. Guiar y mantener el clima emocional: ser monitor. Educar a las partes en la negociación: ser instructor. Asistir al alumbramiento del acuerdo: ser asistente “al parto”. Crear ilusión y creatividad en una mejora de las partes: ser mago. Abrir el álbum familiar de lo positivo y negativo: ser fotógrafo de la realidad. De todo lo anterior, se desprende que existen multitud de herramientas, recursos y habilidades que están al alcance del mediador y que han de ser entrenadas para conseguir que el profesional esté legitimado dentro del procedimiento. 
 -¿Cualquier persona puede trabajar en ello? -No, sinceramente no. Tengo que decir que con esta frase me he creado mis propios enemigos, pero pienso de corazón, haciendo una comparación, que igual que todo el mundo debe saber escribir, muy pocas personas pueden ser escritores. Con ese mismo análisis, creo que todo el mundo tiene derecho a saber técnicas de negociación que le ayuden en el día a día, pero no todas pueden ser mediadoras. 
 -¿Está suficientemente reconocido su trabajo? -Creo que sí, porque la satisfacción de las personas a las que ayudamos es enorme, hasta el punto de que cuando nos encontramos por la calle terminan diciéndome: “No sabe lo que me acuerdo de usted… porque todos los días hago mediación”. Eso significa que el método, la técnica, la han hecho suya y que en su día aprendieron de sus propios problemas. Otra cosa es que sea reconocido. En este sentido, todavía queda mucho camino y sobre todo que las administraciones apuesten definitivamente por este método. 
 -¿Está suficientemente legislada? -La mediación familiar que ha sido pionera en España, va ganando terreno en prácticamente todas las comunidades autónomas. El resto de apellidos ha tenido un importante antecedente con la Ley Nacional de Mediación en materia civil y mercantil de 2012, que ha sentado las bases que ahora hay que desarrollar. Y en el resto, como la mediación penal, sanitaria, métodos on-line, entre otros, empezarán a ser legislados en breve. 
 -En la actual situación de crispación que vive la sociedad, ¿qué papel puede jugar la mediación para solucionar conflictos? -Como dice la Ley Nacional de Mediación en España ayudaría a crear una “justicia de calidad”. Pero no debemos olvidar que no me gusta que se hable de “justicia alternativa” sino de justicia “principal”. El mejor método para solucionar conflictos es la mediación, y sólo cuando no quepa por motivos de actitud o imposibilidad, entonces se debería acudir a la justicia ordinaria. Se nos ha olvidado muy pronto una frase que se decía antiguamente: “Los trapos sucios se lavan en casa”. Lo que sí es verdad es que hablar de todo esto hoy en día parece utópico y de locos. Pero este punto de locura es fundamental. 
 -¿Qué asuntos son susceptibles de mediación? -Desde nuestra Escuela de Mediación solemos decir que la mediación tiene cabida siempre que exista un conflicto del apellido que sea, aún cuando expresamente esta contraindicada cuando existen malos tratos, agresión y, por supuesto, cuando las personas no son conscientes de su situación por alguna alteración patológica. Lo que sí está claro es que siempre que las relaciones de las partes enfrentadas, por el motivo que sea, continúen en el tiempo, no hay otra “medicina” recomendable que la mediación. 
 -En conflictos como los desahucios, las preferentes, los despidos... ¿Qué soluciones podría ofrecer la mediación? -De todo tipo, porque vuelvo a decir que nosotros no damos soluciones, sino que exploramos las distintas posibilidades junto con las personas que estén sufriendo estos problemas, e intentamos que sean conscientes de los pros y contras que tiene cada situación y, dentro de lo posible, llegar a un acuerdo que pudiera satisfacer a ambos. ¿Dificil? Sí, pero también es apasionante. Acabamos de firmar un convenio para atender casos de desahucios. 
 -¿Y en un tema como el diálogo interreligioso? -Igual. Hace ya varios años cuando se puso de moda la alianza entre civilizaciones, yo ya hablaba de mediación entre religiones. Todas a su manera propugnan la paz y la ausencia de conflictos. Entonces, ¿qué ocurre? Creo que los conflictos se deben al desconocimiento de los unos y los otros. 
 -El principal ámbito de aplicación de la mediación es en la familia, como los conflictos padres/hijos, las separaciones, las herencias... ¿Cómo se solucionan estos asuntos? -Así ha sido años atrás, pero hoy nos encontramos igual con la mediación educativa, la mediación intercultural, o la mediación vecinal. Hablábamos antes de que las partes continúen viéndose o relacionándose en el futuro. Estos son los casos más típicos: divorcios con hijos, adolescentes en conflictos, repartición de herencias, e incluso hoy en día hay un aumento importante de acuerdos que nos requieren para el cuidado de personas mayores. Y la pregunta es: ¿Cómo se solucionan? Tengo que decir que si quieren, pueden y sobre todo intentando descubrir el verdadero interés de cada uno para encontrar los puntos de unión y reconocer un interés común. 
 -Cite algunos ejemplos de situaciones difíciles que se haya encontrado. (Resopla). Muchísimos, por no decir todos. Hay que tener en cuenta que al ser la mediación tan desconocida todavía, nos vienen los casos ya en situaciones muy complicadas. Por citar alguno, me viene a la cabeza un caso de divorcio, en el que se había producido una infidelidad pero por parte de la mujer, quizás menos asumida socialmente que si hubiera sido el marido. O el caso de una madre soltera con un hijo adoptado que requería una y otra vez conocer sus orígenes. 
 -¿Si habláramos más tendríamos menos problemas? -Así es, y parece incongruente cuando estamos en la era de la comunicación y además en una ciudad en la que se habla mucho. Pero no se dialoga tanto y tenemos que recordar algo que para mi es esencial: un minuto hablando puede resolver toda una vida. 
 -¿La mediación puede contribuir a descongestionar los juzgados? -Es el gran dilema. Cuando yo empecé, allá por el año 1996, con la mediación ya se hablaba de que contribuiría a descongestionar los juzgados. Es verdad que hoy todo va a denunciarse o demandarse. Pero creo básicamente que la mediación es una actitud y si no quieres hablar, si no quieres reconocer, si no quieres aceptar las cosas, difícilmente habrá mediación. Creo que tanto la Ley de Tasas como la publicidad que se de a la mediación va a hacer que vayan más personas a mediación, pero también pienso creo que se realizará el mismo número de mediaciones. 
 -¿Cuál es el coste de contratar estos servicios? -En principio las partes y el mediador, o la entidad mediadora, tienen libertad para fijar los honorarios. No obstante, para el caso de las mediaciones familiares se viene a pagar entre 90 y100 euros por una sesión de unos 90 minutos, liquidándose al 50% por cada una de las partes enfrentadas. Luego la mediación costará según el número de sesiones que necesiten las partes. Por eso también es un error pensar que va a ser más barato. Siempre va a depender de la actitud más o menos beligerante de las partes. Lo que sí es cierto es que con esta fórmula ellos están suficientemente interesados en ser eficientes cada vez que nos reunimos. 
 -La Universidad Pablo de Olavide, de la que es profesor, lleva muchos años trabajando la mediación, ¿puede contarnos qué se está haciendo? -Somos pioneros en muchas cuestiones. Hay que tener en cuenta que en nuestro campo principal, que es la formación, llevamos ya diez años celebrando cursos de especialistas, talleres de verano en Olavide en Carmona, jornadas y congresos, o cursos a través de internet. Además también se han desarrollado cursos para el personal de administración y servicios de la Universidad Pablo de Olavide y se creó una revista digital trimestral denominada Mediatio para difundir trabajos, artículos, o noticias, y que ya va por su número 5. Pero quizás de lo que nos tenemos que sentir especialmente orgullosos es de participar en numerosos proyectos y que, a través mía, formemos parte del World Mediation Forum, de la Embajada de la Paz CERECO del Senado Argentino, y recientemente de la Conferencia de Universidades por la Mediación (Cuemyc), de la que somos miembros fundadores. 
-¿Reconocen las administraciones el papel de la mediación en la resolución de conflictos? -Cada vez más. Se están dando cuenta de los beneficios sociales y personales, además de los institucionales, que tiene este método de trabajo. Sí será un reto, para aquellas cosas que sean de libre disponibilidad, que las administraciones también puedan ser partes en una mediación porque en sus conflictos con los ciudadanos quieran negociar, ceder y conceder.

martes, 7 de mayo de 2013

EL REPARTO DE LOS LIMONES

Por PALOMA ALES El reparto de los limones Es el ejemplo más clásico en mediación y no hay manual que no se refiera a él. Se trata de la historia de dos hermanas que discutían por media docena de limones. Cada una de ellas defendía que necesitaba todos los limones para sí y, tras varias horas de contienda, llegaron a un acuerdo duramente negociado que resultó ser que la hermana menor se quedaría con 4 limones y mientras la mayor contaría con 2. Esta solución resulta bastante desacertada, sobre todo si tenemos en consideración que la verdadera solución habría sido muy fácil, de haber existido una mejor comunicación: Si la hermana mayor se quedaba con las cortezas, tendría todo lo que necesitaba para hacer un bizcocho; y, si la hermana menor se quedaba con las pulpas, obtendría todo el jugo para la limonada que quería hacer. En un intercambio que podría ser muy afortunado, suele ocurrir que las partes renuncian a algo que les importa menos por algo que desean más, sin considerar a veces la posibilidad de que ambas partes puedan obtener exactamente lo que desean. La importancia de un buen comunicador, que consiga profundizar en los verdaderos intereses de dos partes enfrentadas se pone de manifiesto con un simple relato, un cuento que nos invita al pensamiento y la reflexión. Llama la atención el hecho de que, a pesar de esto, las dos hermanas quedaron satisfechas con el resultado; posiblemente ninguna fue consciente de lo lejos que estaban de haber llegado a un resultado óptimo. En la disputa cada una se centró en defender su posición (quedarse con un número determinado de limones), posiblemente sin pensaran en ningún instante en el para qué o el por qué de su deseo de quedarse con ellos. Ambas hermanas cedieron en la mitad de sus pretensiones, pero una cedió un limón de más para conseguir la pronta resolución de la discusión. En caso de que hubiesen profundizado cada una en la razón de sus posturas habrían podido llegar a una solución muy buena al problema, poniéndose fin a la disputa de la manera más beneficiosa para las dos partes. Esto ocurre cuando las partes reclaman sus intereses sin ir más allá de lo que aparentemente se está negociando. Si hubieran hablado con claridad, la solución habría llegado directa y fácilmente. Resulta muy importante establecer un contexto de negociación que permita a las partes ir más allá de sus anclas iniciales. El punto de partida siempre debe ser el conocer a dónde quieren llegar las personas que se sientan con nosotros en una mesa de mediación. Cuando en mediación hablamos de tratar intereses de las partes, significa que estamos intentando pasar por alto lo aparente para llegar a lo sustancial. De esa forma se abrirá el camino a la construcción de acuerdos satisfactorios para ambas. Sucede que muchas veces las partes están más preocupadas de hablar y de convencer acerca de lo que ellos quieren que de escuchar y de entender lo que el otro pide.

jueves, 2 de mayo de 2013

TENER UN SEXTO SENTIDO

Hablar de un “Sexto Sentido” es referirnos conceptualmente a lo que tiene que ver con nuestra intuición. Muchas personas dicen tener un sexto sentido y en cuantas ocasiones hemos dicho frases como: Yo sabía que esto iba a pasar, algo me decía que me estaba mintiendo mi cliente, yo intuía que esa persona no era lo que parecía, etc. No hicimos caso al sexto sentido. Lo cierto es que en términos objetivos: TODOS tenemos un sexto sentido. Es decir, todos contamos con un poder grandioso guiado por nuestra intuición. Nuestro cuerpo tiene años de edad, pero nuestra mente tiene cientos de miles de años de evolución en sus genes. Es mucha la información que yace dentro de nuestro ADN, debido a que generación tras generación, se transfieren los aprendizajes y resultados del carácter formado a través del tiempo. Así como recibimos información evolutiva importante por parte de nuestros ancestros, seremos nosotros mismos quienes nos encargaremos de transmitir dicha información (refinada con nuestras propias vivencias) a nuestros hijos, nietos, bisnietos… etc. Y porque no…. La utilizaremos con nuestros clientes en una mediación o negociación. De alguna manera u otra, contamos con elementos que nos permiten tomar decisiones de una manera mucho más trascendental y correcta objetivamente, gracias a nuestra propia naturaleza humana. Nuestra condición humana nos hace creer que no sabemos más allá de lo que hemos aprendido en algunos años, pero las evidencias científicas demuestran que en nuestro interior yace un poder mucho más grande del que realmente creemos. Confiar en nuestra intuición nos permite acceder al poder ilimitado que como seres humanos tenemos, es una gran ventaja que realmente muy pocas personas conocen y aplican día a día. Mientras más domines tu intuición, más fácil te será saber si vas por el camino correcto, sea cual sea tu destino y tu objetivo final; Es la intuición la que te dirá, si debes ceder, proceder o retroceder. Ahora bien ¿Cómo Podríamos Hacer Uso Correcto de Nuestra Intuición? ¿Cómo Desarrollar de manera estructurada nuestro Sexto Sentido? ¿Cómo aprovechar todo el poder? Y sobre todo … ¿Cómo hacerlo en la mediación o negociación ante un conflicto? Lo primero que debemos entender, es que como sentido, la intuición se puede desarrollar y cultivar cuando negociamos o mediamos a través del tiempo con ciertos pasos que mencionaremos a continuación. Por supuesto que existen maneras alternativas, sin embargo las pautas siguientes son simplemente un derrotero que te brindará una idea de lo que debes llevar a cabo para desencadenar el potencial que llevas dentro de ti y que has estado manteniendo todo este tiempo en las sombras. 1. Empieza poco a poco: Cuando te encuentres en situaciones profesionalmente en las que no sepas qué decidir (usualmente, dilemas o bifurcaciones), cierra tus ojos, respira e intenta sentir desde tu interior cuál es la opción más adecuada. Trata de dejarte llevar por lo que diga tu corazón, por tus impulsos, respetando tus conocimientos…. En definitiva atrévete. 2. Confía en ti mismo: Hablar de intuición y sexto sentido, es hablar de autoconfianza y seguridad en sí mismo. En situaciones desafiantes, permítete confiar en que harás las cosas bien, deja las dudas de lado y plantéate seriamente el dejarte guiar por ti mismo. Serás tu mejor orientador y mejoraras la relación con tus clientes. 3. Prueba tu habilidad: En eventualidades completamente aisladas (y si es posible, aleatorias) verifica qué tan hábil eres con la intuición. Un ejemplo muy claro de esto, es cuando decides caminar (o conducir) por una parte desconocida de la ciudad, tratando de encontrar la ruta basado sólo en tus sentidos de orientación y deduciendo las calles a tomar. 4. Combina tu intuición con técnica: El Poker, el dominó, el ajedrez por ejemplo, son juego en los que puedes aplicar tu intuición, sin embargo, combinado de una buena técnica tus resultados podrán dispararse a nuevos niveles, sólo con el hecho de contar cierto dominio consciente del problema. En la vida real, confía en tus decisiones, pero deja también que el razonamiento le de una base sólida y estricta a tus decisiones. De esta manera lograrás llegar a un nuevo nivel evolutivo en el ejercicio de tu profesión… seas mediador, abogado, psicólogo o cualquier otro profesional y por supuesto, obtendrás mejores resultados. Cuando debas tomar una decisión, confía en lo que yace dentro de tu interior. Cuando sientas el llamado de tu sexto sentido, atiende y escucha pacientemente, date cuenta de que quizás este “sentido” tenga más razón que los demás.